Por Daniel de Malas / danieldemalas@swingcompleto.com
Trabajo tras trabajo sobre el béisbol cubano intento apoyarme en la Guía de Beisbol, pero no puedo, viejas polémicas, formatos desacertados y poco dinamismo me impiden sacarle mayor fruto a lo que ha sido hasta hoy, la única arma estadística publica de las Series Nacionales. Enseguida me explico, déjenme antes darle un repasón a la Guía de Beisbol cubana.
Las guías, que más o menos han mantenido la imagen con que nacieron, son instrumento válido y muy bien recibido por los aficionados al beisbol cubano, tanto dentro como fuera del territorio nacional. En ellas está gran parte de la historia de las Series Nacionales, las tablas ofensivas, defensivas y de pitcheo de la temporada en cuestión, los resultados históricos, sus líderes, sus records y el compendio acumulativo de cada uno de los que han salido, al menos una vez, a la grama de nuestros estadios. La Guía de Beisbol es un éxito, sin embargo, deja mucha brecha al desconocimiento y no cumple la demanda de los más exigentes fanáticos, que como yo tenemos señalamientos saludables que hacerle.
Primer señalamiento: las páginas que cubren los líderes y equipos campeones, año por año, tienen unas letras muy grandes, donde se pierde mucho espacio; espacio que bien podría ser aprovechado con decenas de estadísticas no mencionadas, tales como los resultados de por vida de todos los managers; una tabla donde aparezcan los lugares, victorias, derrotas y average histórico de cada uno de los conjuntos que han jugado en Series Nacionales; los records para una temporada por equipo y estadísticas que nunca se mencionan en su interior: como el líder anual en slugging, OBP (on base production-promedio que refleja la frecuencia con que se embasa cada pelotero), OPS (la suma del OBP y el slugging), frecuencia de jonrones, WHIP (dato que manifiesta el promedio de bases y hits de un lanzador por entrada) y otros. Una mejor explotación década pagina bien podría generar un mejor producto.
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Señalamiento intermedio: la manera en que se llevan los records, no permite aglutinar resultados significativos, por no llegar a estos. Explico: los records (individuales y colectivos, tanto de ofensivos como de pitcheo) se mencionan de manera progresiva y eso es un craso error, pues estamos discriminando marcas meritorias, que aunque son inferiores a los records bien vale la pena mencionarse. Pongo un ejemplo: desde que el 12 de diciembre de 1989 Leonel Moa conectó 4 jonrones en juego, nunca más la Guía de Beisbol ha publicado los peloteros que dan 3 bambinazos en un partido, alguien me pregunta cuantos peloteros lograron esa hazaña en la campaña del 2010 y la Guía no me puede ayudar a responder. Lo mismo ocurre con el resto de los records; si mañana Yulieski González da 20 ponches en una salida, puedo asegurar que no estará nunca en la Guía, pues Faustino Corrales repartió 22 cafés en un juego del 2001 y para mover esa lista hay que romper la marca de Faustino; si quisiera saber cuántos peloteros han bateado de hit en 20 partidos seguidos, tampoco puedo remitirme a la Guía, pues desde los 21 en 1968 de José Pérez, parece que una veintena de juegos sin fallar no es mencionable. En vez de publicarse como se hace ahora, la Guía debería titular: “Todos los jugadores que han conectado 3 jonrones o más en un juego”; “Todos los lanzadores que han propinado 18 ponches o más en un juego”; “Todos los bateadores con 20 o más juegos consecutivos conectando de hit” y así para todas las marcas, buscando una cifra respetable y por supuesto, poniendo en la cima al (los) recordista (s).
Última nota: Esta es una vieja queja, que a la vez genera una eterna polémica; polémica, en donde me siento obligado a tomar partido, pues a pesar de ser un tema establecido desde el mismo comienzo de las Series Nacionales, no lo comparto y mucho menos entiendo.
No concibo la idea de ver en la Guía los líderes anuales y que cuando estos anden igualados, un par de asteriscos indiquen: líder por menos veces al bate. ¿Cuándo fue la reunión en la que los dioses del beisbol decidieron unificar las estadísticas para Cuba, en el deporte más rico en estadísticas? Nunca. Es una injusticia, un alarde de vagancia o llámelo como usted quiera, pero es totalmente absurdo que una estadística acumulativa sea decidida por la frecuencia, pues acumulado es acumulado y frecuencia es frecuencia.
Cuando comienza el campeonato todos los jugadores y equipos tienen el mismo lapso de tiempo y cantidad de juegos para imponerse, si tras la temporada usted y yo disparamos, digamos, 20 bambinazos, los dos somos líderes en total de cuadrangulares; si alguien quiera hablar de la frecuencia de jonrones de esa campaña, bienvenido sea, pero esa es otra categoría estadística. El concepto lo entiendo, alguien quiso aplicar esta horrible fórmula para tener un único ganador; pero no es definible un liderazgo donde usted va recolectando los frutos de una campaña por la frecuencia como se hizo. Los asteriscos pudieran ser utilizados para mencionar quien de los dos (o tres) tuvo mejor frecuencia pero no para dar veredicto por uno u otro.
La idea es que al finalizar la Serie quienes más veces hayan incurrido en un mismo resultado sean los lideres, pero si más de uno logra igual acumulado a todos les toca idéntica porción del premio, pues tuvieron de principio a fin del torneo para hacerlo. No tiene sentido que un pelotero no sea líder de un departamento donde nadie produjo más que él.
Les cito a continuación varios ejemplos al azar, que demuestran cuan indebida puede ser la decisión por frecuencia en las categorías acumulativas, puesto que otros factores, más allá de las frecuencias, pueden inclinar la hazaña por uno de los líderes y el punto es quien logró en mayor cantidad de oportunidades anotar carreras, empujarlas, robar bases, despachar jonrones o repartir ponches.
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Ejemplo número uno: temporada de 1990, Henry González (HOL) y José García (CAV) lideres robadores de la Zona Oriental con 14 cada uno, mejor frecuencia Henry 73% (de 19 intentos 14 llegadas), por 70 % de García (de 20-14), hasta aquí suena justo, véanlo de esta manera ahora: Henry robó 14 bases de las 45 de su equipo, equipo que bateó un 264 superior al 255 de Ciego de Ávila, donde García robó 14 de las 33 almohadillas que estafó su equipo. ¿Quién es más productivo ahora en términos porcentuales? Si no basta, les comento que ese año Miguel Caldés robó para el 100% (5 estafas sin ser capturado), Sergio Quesada un 90% (9 y 1), mientras que Luis Ulacia, Mariano González y Oscar Cumba lo hacían para el 88% (7 y 1), o sea que Henry González y José García no fueron los primeros en frecuencia, por lo que valorar esa categoría es absurdo.
Ejemplo número dos: Serie Nacional de 1996 Enrique Díaz (MET) y Juan Manrique (MTZ) anotan más que nadie (76 veces) y la decisión de llevarlo a la frecuencia es favorable a Manrique, pues piso el plato cada 3,03 veces al bate y Enriquito cada 3,55. Antes de sacar cuentas vean esto: Enriquito robó 35 bases (apoyando su propia causa con su velocidad) por 3 Manrique, mientras que el mascara matancero despachó 21 jonrones (apoyando su propia causa con sus muñecas) por 3 el capitalino. ¿Quién mereció verdaderamente el liderato? Antes de terminar les cuento que el extraclase, Omar Linares, promedió una anotada cada 2,87 visitas y fue el líder en frecuencia de anotadas de ese año.
Ejemplo número tres: en el 2006 Yoenis Céspedes y Yulieski Gurriel terminaron con 89 anotadas, mientras que Michel Enríquez solo llegó hasta home 77 veces. Céspedes terminó de líder acumulativo por su frecuencia, categoría, que realmente fue comandada por Michel, tal y como refleja la siguiente tabla:
VB | CA | FRECUENCIA | |
YOENIS CESPEDES | 339 | 89 | 3,81 |
YULIESKI GURRIEL | 349 | 89 | 3,92 |
MICHEL ENRIQUEZ | 255 | 77 | 3,31 |
Ejemplo número cuatro: Lázaro Junco (HEN) y Lázaro Madera (VEG) dispararon 20 cuatroesquinazos en la campaña de 1989, como Junco tuvo 190 veces al bate y Madera 192, decidieron que Junco fuera el líder de ese año por la consabida frecuencia, sin embargo Junco conectó 5 flies de sacrificio esa temporada, por 3 Madera, acto que no consta como vez al bate, pero donde realmente la bola se puso en juego (no así con las bases por bolas o los pelotazos y ninguno de los dos tuvo toques de sacrificio en esa campaña ), lo que significa que tanto Junco como Madera pusieron la esférica en juego en un exacto 195 cada uno, por lo que la frecuencia, totalmente idéntica para ambos, es inaplicable. ¿Qué pasa si vamos a las comparecencias al bate del 89? Echen un vistazo:
CB | VB | HR | FRECUENCIA POR COMPARECENCIA | |
LAZARO JUNCO | 218 | 190 | 20 | 10.90 |
LAZARO MADERA | 207 | 192 | 20 | 10.35 |
JUAN CARLOS MILLAN | 204 | 182 | 19 | 10.73 |
Se coló Millán (HAB) y mandó a Junco al tercer puesto en frecuencia, él que fue quien la comisión de reglas decidió como campeón jonronero del 89. Injusto nuevamente.
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Ejemplo número cinco y final: 2001, Roberquis Videaux (GTM) y Oscar Macías (HAB) despacharon 23 pelotas más allá de los limites, Videaux resultó ser elegido líder jonronero por su frecuencia, que esta vez sí fue la mejor del campeonato, pero les sugiero que vean las siguientes dos tablas, con los 11 primeros en jonrones y los 11 primeros en frecuencia de esa temporada, para que comparen y aprecien cuan diferente son esas categorías.
Líderes en acumulado de jonrones.
PUESTO | NOMBRE | VB | HR | FRECUENCIA |
1 | ROBERQUIS VIDEAUX | 246 | 23 | 10,70 |
2 | OSCAR MACIAS | 295 | 23 | 12,83 |
3 | MICHEL ABREU | 301 | 22 | 13,68 |
4 | ORLIS L. DIAZ | 339 | 22 | 15,41 |
5 | AMAURY CASAÑAS | 293 | 21 | 13,86 |
6 | ARIEL BENAVIDES | 312 | 21 | 14,86 |
7 | OSCAR MACHADO | 284 | 20 | 14,20 |
8 | ROLANDO MERIÑO | 285 | 20 | 14,25 |
9 | MARCOS NARANJO | 322 | 20 | 16,10 |
10 | ORESTES KINDELAN | 237 | 19 | 12,47 |
11 | MICHEL ENRIQUEZ | 326 | 19 | 18,12 |
Líderes en frecuencia de jonrones.
PUESTO | NOMBRE | VB | HR | FRECUENCIA |
1 | ROBERQUIS VIDEAUX | 246 | 23 | 10,70 |
2 | ORESTES KINDELAN | 237 | 19 | 12,47 |
3 | OSCAR MACIAS | 295 | 23 | 12,83 |
4 | JUAN MANRIQUE | 238 | 18 | 13,22 |
5 | MICHEL ABREU | 301 | 22 | 13,68 |
6 | PEDRO J. RODRIGUEZ (Jr.) | 206 | 15 | 13,73 |
7 | AMAURY CASAÑAS | 293 | 21 | 13,86 |
8 | IVAN CORREA | 254 | 18 | 14,11 |
9 | OSCAR MACHADO | 284 | 20 | 14,20 |
10 | ROLANDO MERIÑO | 285 | 20 | 14,25 |
11 | ARIEL BENAVIDES | 312 | 21 | 14,86 |
Sorprendente ver a Kindelán saltar del 11 en una lista al segundo en la otra; notar a Manrique, Pedro José y Correa ausentes entre los máximos acumuladores y ascender a los puestos 4,6 y 8 respectivamente en frecuencia; a la vez que Orlis Luis, a pesar de ser tercero (empatado) en el acumulado, desaparecer de la lista de la segunda tabla.
Expuesto y aclarado, voto por mejorar y ampliar nuestro campo estadístico, pues debemos dejar de ser piloteados por los números básicos e ir a explotar las riquezas del beisbol, pues así tendremos mejores análisis, mejores polémicas, mejores selecciones y a la postre mejores resultados.
¡Que viva el buen béisbol! Y brindemos por una nueva Guía, que nos guie y nos eduque.
Sin más por ahora,
Daniel de Malas Andreu.