¿La mentira más grande del béisbol cubano o Fuenteovejuna?

Por Daniel de Malas / danieldemalas@swingcompleto.com

Restando solamente semanas para el inicio de la Serie Nacional del 2013, no había nada claro en el horizonte beisbolero cubano, no estaba ni la cantidad de equipos, ni quien se va y quienes se quedan, ni el formato del evento en sí mismo y más importante aún sobre quien recae la culpa de esta inmovilidad informativa a estas alturas del año.

Que si 16 equipos; que si se va Metropolitanos, que si unen la Isla de la Juventud con Mayabeque; que si una ronda clasificatoria y refuerzos por equipos; en fin, toda una gama inacabable de especulaciones que nadie con potestad se apresta a detener y que es lo único con certeza que se mueve ahora, puras especulaciones.

Para colmo de males, el fenómeno estaba ocurriendo en la temporada del Clásico Mundial y en vez de tener a nuestros federativos velando por las condiciones, salud y calidad de la preparación de los preseleccionados, estos desandan Cuba arriba y Cuba abajo, gastando gasolina, meriendas, recursos, en teoría buscando el consenso común sobre la campaña del béisbol en la isla 2012-2013.

Las intenciones de la Comisión Nacional eran un lanzamiento perfecto, pero con pésima locación y lleno de mentiras.

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Vamos al grano, hacía poco más de un año se había hecho público por la propia Federación de la disciplina, que un comité de “expertos” trabajaría desde noviembre buscando la solución a “problemas graves” del béisbol actual como la cantidad de equipos y la estructura de la Serie Nacional, por un espacio de tres meses. Pasaron los tres meses y pasó un águila por el mar, pero el grupo de expertos y su estudio no pasó.

Partamos de que cantidad de equipos y estructura no son lo más dañino para nuestro béisbol, sino cero estimulaciones, mínima cantidad de topes internacionales, más latente descuido y desperdicio de atletas (no robo de atletas como hemos querido acuñar, pues así la culpa sabe a menos)

El año fue avanzando, los meses cayendo y del comité de expertos nada, de esa temporada 2012-2013 menos y todas las comisiones de béisbol del país dieron a conocer sus respectivas preselecciones para la próxima Serie Nacional. O sea, todas tuvieron sus torneos locales habituales, además de algunas series extras en post de escoger mejor a sus atletas, generando gasto al presupuesto, trabajo en la base, alimentación de peloteros y entrenadores, uso de implementos deportivos, en fin, todo el consumo económico razonable que conlleva la preparación para el más grande espectáculo socio-cultural del país.

Llegó el día y había 17 preselecciones entrenando y se sabía, confirmado por la Comisión Nacional, que solo 16 equipos jugaran en la Serie del 2012-2013, entre otras razones, por el tema “ahorro”.

Más allá del gasto o el derroche innecesario que generó la preparación de ese equipo 17 o equipo extra, estaba el esfuerzo y dedicación de decenas de muchachos que van a ver trunca su vida deportiva, por una Federación que en la temporada anterior vino con la horrible idea de separar la extinta Habana en Mayabeque y Artemisa (a la postre los lugares 17 y 16, respectivamente, del 2012) y ahora se le ocurría algo peor, al desaparecer un conjunto de la faz beisbolera cubana. ¿Por qué esa misma Comisión Nacional, que ahora va de pueblo en pueblo “escuchando” opiniones, no quiso oír a todos los que dijimos que la llegada de esos dos nuevos equipos seria desastrosa para la pelota en Cuba?

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Vamos al equipo 17.

Higinio Vélez, nuestro “ilustre” comisionado nacional por demasiado tiempo, fue la figura al frente de estas reuniones por todo el país, pero tuvo un desliz y es el siguiente.

En cada una de las reuniones expresó (cito): “el venidero campeonato se organizará a partir de equipos conformados bajo el principio de la representación territorial”. Dejando claro que la posible eliminación de Metropolitanos era inminente.

Higinio expresó lo mismo en cada una de las reuniones, menos en una, en La Habana, donde se enfrentó a toda la prensa capitalina, pero sobre todo a los atletas de ambos conjuntos de la urbe, además de sus entrenadores y miembros de la comisión provincial.

¿Fue la curiosa omisión de Higinio, casualmente en La Habana, la prueba más fehaciente del complot regionalista que el resto del país ha venido fomentando? ¿Si Metros ha sido sucursal por años de Industriales, y esto es perjudicial para el béisbol cubano, porque la Comisión Nacional no tomó cartas en el asunto?

Les dejo reflexionando con el asunto, con la frase más socorrida en esos  días: “La desaparición de Metropolitanos no solucionará los problemas aún mayores del béisbol en Cuba”

Casi terminando está la ultra secreta fecha de comienzo del venidero evento magno de la pelota cubana.

¿Cómo es posible que se manejaran fechas de la inauguración como el 20 de octubre, cuando existían preselecciones que dieron comienzo a su preparación el 3 de septiembre?

El trabajo de ese año fue muy poco profesional como es habitual y los primeros pasos hacia el Clásico Mundial del 2013 estuvieron torcidos y con pésima guía.

Ocurrió después que andaban todos quejándonse, buscando culpables en otras latitudes, cuando la génesis del fracaso ocurre en la isla.

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Cerrando les traigo la analogía por oposición de la Comisión Nacional con la célebre novela de Lope de Vega, Fuenteovejuna.

Fuenteovejuna es una novela del siglo XVII, que narra conflictos sociales entre los vasallos y su señor feudal, el pueblo se alza contra el Comendador y le mata. A la pregunta de “¿Quién mató al Comendador?” el pueblo responde “Fuenteovejuna señor” y “¿Quién es Fuenteovejuna?” “Todo el pueblo señor”, por lo que al ser todos culpables no se puede juzgar a nadie y la paz es repuesta en el lugar.

Tengo varios colegas amigos míos que intentaron justificar a la Comisión Nacional alegando, pifia tras pifia, que hay asuntos que no están en las manos de estos, y que instancias superiores deciden varias situaciones.

Creo, de hecho, estoy seguro, que no podemos seguir repartiendo la culpa y aunque quizás las heridas del béisbol nacional no sean consecuencia de todos los dislates de la Comisión, si es su total responsabilidad la falta de respuestas contundentes y accionar preciso, las que han tenido por décadas a la pelota en Cuba con el agua al cuello.

Así que entonces y en cada momento, cuando los Reyes pregunten: ¿Quién mató al béisbol en Cuba? No quiero escuchar “Fuenteovejuna, señor”.

Sin más por ahora,

Daniel de Malas Andreu.

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